Amanhã será realizado o Seminário de Desenvolvimento de TV Digital (https://www.gingadf.com.br/seminario/ii/#), a partir das 8h, no auditório do bloco K da Universidade Católica de Brasília. As inscrições pode ser feitas até hoje: https://festivaltaguatinga.com.br/inscricoes/2014/seminario/oficina. Entre os palestrantes convidados está o professor argentino Julio Bertolotti. Em entrevista por e-mail, o professor comenta alguns tópicos interessantes referentes ao uso da TV Digital. A entrevista completa, em espanhol está logo abaixo:
Festival Taguatinga: Qual a sua visão sobre e TV Digital?
Julio: Não acredito que qualquer tecnologia em si mesma pode ser considerada revolucionária sem levar em conta o uso ou aplicação que se possa dar numa sociedade, um grupo humano, ou, ainda, um indivíduo. Tendemos a pensar, com certeza induzidos pelo marketing, que os dispositivos ou avanços técnicos são simplesmente revolucionários. A televisão digital é, antes de tudo, uma evolução da televisão analógica que melhora notavelmente a qualidade e capacidade de transmissão de imagens e sons, facilita um melhor uso do espectro radiofônico e incorpora novas prestações ou serviços como, por exemplo, a interatividade. Não quero estender-me na discussão do que é TV Digital e o que não é, para qualquer usuário ou telespectador não está claro o limite entre um serviço de televisão via satélite digital e um conteúdo de vídeo transmitido por internet ou a televisão digital terrestre. Agora, falemos de TDT ou televisão digital terrestre. Creio que o desenvolvimento da televisão digital terrestre em nossos países não é apenas um intercâmbio ou atualização dos transmissores e receptores, mas uma oportunidade de ampliar as capacidades de comunidades até hoje isoladas, firmando a necessidade de discutir as politicas de comunicação para projetar novas estratégias e conteúdos superadores. A interatividade é uma oportunidade de estabelecer vínculos enriquecedores entre TV e internet e outras meios. Abre-se um horizonte para a geração de novos serviços informativos e participativos. Isso, tenho certeza, não é revolucionário para um habitante de Tóquio ou de Nova York, mas sim para um cidadão de nossos países nos quais o acesso à tecnologia é mais caro e difícil.
Festival Taguatinga: 1) La televisión digital puede ser considerado revolucionaria? ¿Por qué?
Julio: No creo que ninguna tecnología en sí misma pueda ser considerada revolucionaría sin tener en cuenta el uso o aplicación que le pueda dar una sociedad, un grupo humano o, incluso, un individuo. Tendemos a pensar, seguramente inducidos por el marketing, que los dispositivos o avances técnicos son revolucionarios sin más. La televisión digital es, antes que nada, una evolución de la televisión analógica que mejora notablemente la calidad y capacidad de transmisión de imágenes y sonidos, facilita un mejor uso del espectro radioeléctrico e incorpora nuevas prestaciones o servicios como, por ejemplo, la interactividad. No quiero extenderme en la discusión de qué es TV digital y qué no; para cualquier usuario o televidente no está claro el límite entre un servicio de televisión satelital digital y un contenido de video transmitido por internet o la televisión digital terrestre.
Ahora, hablemos de TDT o televisión digital terrestre. Creo que el despliegue de la televisión digital terrestre en nuestros países no es solamente un recambio o actualización de los transmisores y receptores, sino una oportunidad de ampliar las capacidades de cobertura de comunidades hasta hoy aisladas, planteando la necesidad de rediscutir las políticas de comunicación para diseñar nuevas estrategias y contenidos superadores. La interactividad es una posibilidad de establecer vínculos enriquecedores entre la TV e internet y otros medios. Se abre un horizonte para la generación de nuevos servicios informativos y participativos. Esto, estoy seguro, no es revolucionario para un habitante de Tokio o de Nueva York, pero si lo es para un ciudadano de nuestros países en los que el acceso a la tecnología es más costoso y difícil.
Creo que la producción de contenidos audiovisuales requiere de una o varias revoluciones. Es preciso que los productores de contenidos, en el sentido más amplio del término, desde los guionistas hasta los diseñadores, pasando por los directores y desarrolladores de software, trabajen en conjunto con otras disciplinas – ingenierías, psicología, sociología, marketing, etc.- para repensar los modos de producción, más allá de la calidad de la imagen, para explorar nuevos procedimientos y poéticas que enriquezcan el medio. Esto implica no dar por sentado y cerrado el Medio, la televisión, sino ponerse en el lugar de rediseñar el medio. Buscar la convergencia y la hibridez entre los medios, los contenidos y las audiencias, sin olvidarnos de las otras plataformas. Así sí podríamos estar en un terreno fértil para las revoluciones.
Festival Taguatinga: 2) En su opinión, ¿en cuánto tiempo brasileños y argentinos van a usar la televisión digital de forma regular?
Julio: Estamos cerca, tenemos muchísimo en común, pero algunas diferencias.
Podríamos responder a esta pregunta con las fechas establecidas para el apagón analógico, es decir el momento en el que los transmisores analógicos de televisión se apaguen para que solo funcionen los digitales. En la Argentina sigue programado para el 2019; en Brasil tengo entendido que se pospuso para el 2018 y que podría volver a posponerse para el 2020. Hay que considerar de todos modos que es un proceso gradual, que habrá localidades o regiones en los que, incluso, ya se puede haber producido.
Argentina ya tiene 82 plantas de transmisión operativas, lo cual cubre potencialmente el 82% de la población[1], pero gran parte de ese público posible está siendo irradiado pero no tiene instalados aún los nuevos receptores que permitan sintonizar la señal digital. Esta red de plantas transmisoras pertenece a la empresa ARSAT que retransmite los canales públicos y ofrece el servicio de transmisión a los canales locales privados.
Por otra parte, y esto es una diferencia con respecto a Brasil, Argentina tiene un porcentaje altísimo de la población conectada a la televisión paga por cable. Las empresas proveedoras de servicio de cable tienen la obligación de incorporar las señales de aire que estén en su zona de cobertura. Surge la discusión sobre los servicios anexos, la interactividad, por ejemplo, y la necesidad de desarrollar sistemas que permitan el acceso a estos nuevos recursos tanto para aquellos que tengan un receptor de televisión digital por aire como para los que estén viendo la señal a través de una conexión de cable.
Es necesario tener políticas activas tanto para la instalación y adecuación de las plantas transmisoras, como para facilitar la producción y adquisición de los dispositivos receptores. Esto es política industrial en relación con la política comunicacional.
En Argentina se entregaron decodificadores gratuitamente a familias de bajos recursos y a jubilados pero esto se realizó sin suficiente información y sin que hubiera una fuerte oferta de canales digitales. Debemos ser informados convenientemente, no solamente como consumidores, sino como ciudadanos. Muchos están comprando una costosa pantalla de LED que no tiene actualizado el software para la interactividad. Como podemos ver estamos en medio de un proceso con muchas facetas que requiere de grupos de trabajo multidisciplinarios que vean más allá del circunstancial cambio de un aparato de televisión por otro.
Festival Taguatinga: 3) ¿Podría comentar en una breve declaración sobre el asunto que usted discuta en el Seminario en Brasília?
Julio: Durante el Seminario trataré de describir con más detalle el estado del despliegue de la televisión digital en Argentina y mostraré algunos de los desarrollos producidos por las Universidades Nacionales en el campo de la interactividad. Mi punto de vista es el de un productor de contenido. Intentaré extender la reflexión hacia otros recursos tecnológicos ya incorporados por gran cantidad de población (internet, la telefonía móvil, por ejemplo) y la necesaria complementación de esos medios y la televisión.
Fonte: Festival Taguatinga de Cinema
